viernes, 2 de abril de 2010

Ruido

El amanecer marca el toque de queda. En la noche tu risa es más pura. Cientos de tonalidades de negro cubren una ciudad pequeña, casi vacia a las cuatro de la mañana. La clase de momento en el que uno esperaría escuchar la nieve de interferencias en un televisor. Pero eso ya no existe, ahora todo es TDT. Digital y amorfo, con ruido sin ruido que no me deja escuchar las frases completas. Los besos virtuales ¿Donde se dan?

3 comentarios:

Roberto Tega dijo...

Vamos a echar mucho de menos la nieve de la televisión. Es algo que ya parece que pertenece a otra vida.

Eres un poeta de lo nocturno, Blis...


PD: el poema es mío sí, lo otro es una referencia a un poema de mi paisano Ángel González. Y sí, Granada inspira un poco :)

Anónimo dijo...

me pasa como a ti

el ruido me dispersa

me vuelvo autista

tu espacio silencioso en la madrugada
es el que busco
para por fin estar sola
y dejar fluir mis pensamientos

Julia dijo...

no es obligatorio ser virtual, de hecho si cojes una tv, hoy en día, solo te dará la nostálgica nuve gris como bello fondo de cualquier paisaje postmoderno decandente, interior noche, sobre la moqueta anaranjada del motel que, galardonada con rosetones irregulares del tamaño de una cabeza humana de diferentes colores apagados, se convierte en el mapa perfecto de diversos crímenes y accidentes con la cena o el sexo.