martes, 23 de febrero de 2010

Momentos que pudieron ocurrir

Ladeas tu cabeza como en un blues, llevas puesta mi camiseta de rayas blancas y negras, te abrazas las rodillas. Aun tienes el pelo empapado. El agua que gotea por el cristal de la ventana serpentea en sombras por tu cara. Apenas veo tus ojos. La lluvia suena como el final de un vinilo viejo en la habitación a oscuras. Me levanto y pongo en la cadena Wild World de Cat Stevens. Sé que te encanta. No me dices nada, pero acaricias nerviosa tu rodilla y giras lentamente tu cara hasta mirarme desde abajo. Cuando por fin dices algo solo me das unas gracias tímidas que se mezclan con los acordes de la música. Yo te contesto sonriéndote y me acerco a ti. Apoyas tu cabeza en mi pierna y te tumbas.

Because I never wanna see you a sad girl
Don't be a bad girl
But if you wanna leave, take good care

viernes, 19 de febrero de 2010

Silencio y verguenza

Llego a la estación a las seis de la mañana. Me siento a esperar un poco el día resguardándome del frio. Al salir todavía es de noche y una capa de unos treinta centímetros de nieve se agrupa homogénea por todos lados. No se oye ni un solo ruido y solo algunos coches pasan por mi lado. Estoy en Oswiecim, el nombre polaco de la ciudad donde se levantó Auschwitz I y Auschwitz-Birkenau. Me dirijo al segundo, que está en las afueras. Desde el Google Maps parece gigantesco y sinceramente no se qué me voy a encontrar. Según camino por una carretera que lleva a las afueras el camino es más complicado. Veo viviendas sin adosar cubiertas de nieve como en una postal de navidad, pero ningún ruido todavía. EL amanecer comienza poco a poco y una niebla fina lo cubre todo. Por fin llego al campo, vislumbro el armatoste de la puerta de entrada, la puerta de la muerte. Cuando llego está cerrado, apenas son las 7 de la mañana y supuestamente abren a las 8AM. Sale un guarda a coger algo de su coche y le pregunto que a qué hora abren. El hombre me dice que le acompañe, habla en polaco con su compañero. Entonces me vuelve a indicar que le acompañe y me abre la puerta. Puedo entrar.

Paso. Ante mi hay una explanada inmensa que solo supone la columna vertebral del campo de exterminio. Es lo suficientemente grande como para que entrase todo un tren de mercancías a dejar a los prisioneros. La luz es tenue y la nieve lo inunda todo. Según avanzo me doy cuenta que la caseta del guardia se reduce a la entrada. Estoy completamente solo según avanzo. Solo se escuchan mis pisadas en la nieve y al fondo, los ladridos de los perros de las casas del extrarradio. Sólo alcanzo a pensar que estoy pisando historia. Siento como si el tiempo se hubiese detenido después de la liberación. Veo los barracones para mujeres, las ruinas de los cinco crematorios y las cámaras de gas. Los sectores correspondientes a cada grupo de prisioneros: gitanos, judíos, polacos… las torres de vigilancia. Veo rosas hundidas en la nieve y decenas de jarrones vacios frente al monumento a las víctimas. Hay ciervos entre los árboles, se adentrar en el campo con inocencia. No me cabe en la cabeza que pueda ser tan vasto. Allí dentro cabían millones de personas. Según avanza la mañana otro sonido se suma, el de los cientos de cuervos que sobrevuelan Polonia. El paisaje es una fotografía en blanco y negro. Decido irme tras visitar los barracones de aislamiento, donde aún se conservan las camas. Cuando vuelvo a la ciudad, camino del museo en Auschwitz I me cruzo con un autobús de turistas. Lo que me encuentro al llegar al museo refleja todo lo que ya sabemos del holocausto. Objetos olvidados, fotos de los ejecutados a través de un pasillo, mirando al frente, viéndote pasar. Miles de kilos de pelo de judíos. Un paredón silencioso, una cárcel marchita en un sótano apenas iluminado donde no puedo sentirme tranquilo aunque me esfuerce. Arañazos en las paredes de la cámara de gas… Dolor y vergüenza. Algo que no se puede comprender.

martes, 16 de febrero de 2010

NUEVO BLOG DE FOTO

Ultimamente apenas publico porque la poca creatividad que tengo la gasto con la foto, asi que para no perder el contacto con vosotros he decidido crear un tercer blog de fotografía. Ya tengo la santisima trinidad conmigo, os agradezco la lealtad pese a mis ausencias. Un abrazo a todos

http://thegreatloserblog.blogspot.com/

Casi un año ya...



Parece que ha pasado casi un año después de todo, un año de nada. Cientos de días, nuevas caras, mismos problemas. La certeza de haber estado allí antes. Giro la cabeza de vez en cuando al cruzarme con miradas a color que me dedican unos segundos y me hablan. Pero nunca me paro. La necesidad de avanzar me arrastra por inercia hacia salas vacias. En mi pecho descubro un silencio ártico. Me muevo por ambientes de locura y me oculto tras la cámara, paso de vez en cuando al frente y me desnudo sin pensarlo. Fotografías posadas de sonrisas a medias y torsos descubiertos para mis memorias. Han pasado más de cien días desde octubre y en noviembre me descubro recordando cuando tu mano acariciaba en surcos la silueta de mi mandibula. En diciembre te hubiera besado en la comisura de la boca una última vez pero llega enero y con él el frio.
He recorrido tantos kilómetros en un año, que parece que he visto todo y nada.
Y nada queda ya.
Sólo intentar volver a escribir
y esperar a ver que pasa.