miércoles, 25 de junio de 2008


Muchas mañanas me levanto y me cruzo contigo. Yo, aun medio desnudo y con los ojos hinchados, haciendo sonar las plantas desnudas de mis pies contra el suelo. Fastidiando al silencio, que hace tiempo llego a esta casa y ha acabado siendo un tirano más que un compañero de piso y ahora los pasillos se quedan chicos para dejarnos pasar. No te puedo culpar. Tu eres perro viejo y yo aun un cahorro inquieto y al fin y al cabo no somos más que dos lobos meando en el mismo arbol.

2 comentarios:

Julia dijo...

Me encanta la imagen que evoca "no somos más que dos lobos meando en el mismo árbol"

Defectos personales... dijo...

Quizás hay veces que el árbol es demasiado grande, y se éstá "meando" en el lado equivocado. Es decir, no es cuestión de donde mees, sino de donde apuntas el chorro... (que raro me suena comparar el pis con los sentimientos).

¡¡Pásate que he actualizado!! Es larguísima pero me he despachado agusto :P!!!