martes, 24 de febrero de 2009

Final del invierno

No hay sentimiento. No hay color. No hay mares, ni montañas, ni puestas de sol. No hay rabia, no hay sangre burbujeando, vibrando, escurriendose entre los poros. No hay reaccion, tampoco efecto. Menos aun risas y lagrimas dulces.
Ya no queda nada.
Solo enredaderas finas y azules escalando por tus brazos de un blanco muerto. Solo unos ojos mudos y congelados.
Y las palabras descolocadas por el tiempo.

7 comentarios:

Martina dijo...

Won't you take me to...

Isra dijo...

si no hay todo eso, q llamen a un médico
tiene q certificar la muerte...

maloles dijo...

Al menos... tampoco hay frío.

fag dijo...

pues ya estás reviviendo porque aquí hace una rasca de la hostia.
la buena notícia los pezones erectos de las tías.
la mala mi polla caracoleada.

un abrazo!

LatitadeAlmendras dijo...

oh!
no me esperaba eso cuando he leído el título.
me gustan las sorpresas

Roberto Tega dijo...

Yo también me esperaba algo luminoso, cálido. Sabes describir muy bien los sentimientos lúgubres.

Dios, lúgubre, palabraza xD

Un saludo

Shang Yue dijo...

no hace mucho me has dicho...
"Tienes algo tremendamente interesante en tus textos"
lo mismo te digo.

además, he sentido como si hablaras de mí pues cuando me desconectan mis ojos quedan muertos.
congelados.

y mis venas, cables y más cables, enredando el sistema y dando color azulado a mi piel de color enfermiza.