Vida Heróica

Ser un Héroe es un coñazo. En serio, esta muy bien eso del valor y del amor y todo ese rollo, pero uno llega a cansarse. La gente cree que ser héroe es la polla, pero eso es porque se resume el final de una manera un poco precipitada.
Por ejemplo, la primera princesa que salve. Estaba buena de cojones, llegue con mi blanco corcel, mis cabellos rubios ondeando al viento, mi sonrisa de anuncio. Me dejo la piel matando al dragón, y cuando llego, que si ahora nos casaremos. ¡Casarnos! Claro, lo malo de las princesas es que viven en un mundo de protocolo. ¡Pero si yo solo quería un polvo! Los héroes tenemos una serie de cualidades que son más defectos que otra cosa.
Una cualidad defectuosa del héroe es que no podemos decir que no a una dama.
Así que me case, y claro, fui feliz delante de las cámaras y de los dibujantes de cuentos para niños. Pero que nadie se confunda, nadie puede ser feliz alimentándose a base de perdices, NADIE.
Así que lo que hice fue fingir mi propia muerte con ayuda de un siervo mudo en el que confiaba (no podía divorciarme, los héroes no podemos divorciarnos o joderíamos el cuento). Lo organizamos para que me subieran a un barco y me metieran mar adentro. Un entierro estándar de héroe, vamos. Lo malo es que lo prendieron fuego y para cuando salte al mar, lejos de miradas curiosas, casi me achicharro.
Era libre.
Recorrí el mundo siendo servicial y dejándome invitar, las viejas aristócratas intentaban contratar mis servicios, algunas lo conseguían a base de pasta. Estaba montado en el doblón. Conducía una carroza descapotable de lo más moderna. Pero entonces encontré a otra chica. Unos tipejos salidos de alguna feria me dijeron que estaba hechizada y que había que despertarla con un beso. Yo no quería salvar mujeres jóvenes pero me dijeron que era una campesina. Además estaba el tema de la conciencia.
Una cualidad defectuosa del héroe es que tiende a ayudar a la gente.
Cuando la bese, despertó, todo fue precioso, los pájaros cantaron, las ranas croaron. Y entonces ella me dijo que era una princesa a la que habían abandonado en el bosque. Saco el tema del matrimonio. Yo dije que tenía que ir al retrete. Realmente casi me cago pero no precisamente en el water. Cogí a una de las putas ranas que andaban croando por ahí y le ate una carta en el anca derecha en la que explicaba que era un príncipe hechizado y prácticamente la lance hacia la princesa cual granada de mano. Luego corrí.
Necesitaba un cambio radical. No quiero tener que volver a comer una puta perdiz en mi vida.
Me rape mis rubios tirabuzones. Me taje una ceja. Vendí mi ropa y compre ropa de campesino. Me he dejado barba.
Una cualidad defectuosa del héroe es que no sabe poner cara de mala ostia.
Por lo que practique oliendo mierda de burro, con la que conseguía una mueca de asco bastante convincente.
Salgo, gruño a las mujeres. Parecen tenerme miedo, bien. Bebo cerveza de forma que la mitad del líquido me empapa los hombros. Esto esta bien, está de puta madre.
Pero hay un problema, oigo gritar a una mujer. Me quedo paralizado, estoy confuso, no se que hacer.
MIERDA
Y es que aunque la mona se vista de seda… los héroes somos unos pringaos.