viernes, 3 de octubre de 2008

Al sur del Microcuento

Con los brazos en jarras observaba la pared desnuda y blanca. Habia algo que le ponía nervioso. Empezo a pegar fotos a la pared, recortes de periodico, anuncios, citas celebres. También pegó un par de dibujos y jugó un poquito a hacer collages con rotos de un periodico. Al terminar vio algo de su propia vida en aquella pared. Se paró, recapacitó, y a los cinco minutos comenzó a escribir.

5 comentarios:

maloles dijo...

Si yo tuviese "sitio" en alguna pared; y no hubiese camas y/o armarios en ellas... Podría tááááántas cosas.

Muas!

fag dijo...

oh, me encanta eso de empezar a decorar un piso vacío.
tu jodido piso...
el otro día pillamos con ambientalista y vanity un letrero del aeropuerto que ponía "plazas libres aquí" y con una flechita.
tremendo, se va pa mi choza
jajaja


besitos desde el puto desierto

iré contando mis hazañas chilenas

Sphynx Red dijo...

Ya en Granada, con la boca y parte de la camisa empapada en granadina, puso una granada sin anilla en el centro de la caja con todos sus enseres. Las paredes previamente encoladas, lo recibirían todo con las esquinas abiertas.

Águeda Torrado dijo...

su espíritu, su esencia.

La informacion Subversiva y la militancia antimasónica me tienen liada, ha sido un placer pasar y echarte un visto.

Anónimo dijo...

Buen inicio de tu estancia en Granada...

Bien sabes q me alegro!