Acarició
con la yema
de sus dedos
la cima
de mi nuez
y avanzó deslizándose
sobre la sombra
de mi barba.
Y casi por sorpresa
rozó mis labios.
Abrí los ojos
No estaba
Solo un rumor
de hojas marrones
de ocaso
tras mi oreja.
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3 comentarios:
buen título para este poema, q suavidad para expresarte q tienes tío, me encanta.
se te da bien eso de hablar de caricias soñadas, supuestas... de algo q notas pero q no ves
Me ha gustado mucho.
http://spb.fotologs.net/photo/27/0/88/shinoflow/1199814809_f.jpg
es que es más rico, cuando es suave. jijiji
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